Viajes

¿Cómo nos conocimos?

¡Qué bien se ven juntos! ¡Que chévere que viajen tanto! Pero y, ¿cómo se conocieron? Es la pregunta por excelencia, creo que nos la han hecho más de 10 veces en lo que llevamos juntos jajaja…y pues bueno, aquí está la historia:

Enero 2016► Emprendí una nueva aventura, me fui de intercambio académico junto con una amiga de la universidad para Monterrey, México al Tecnológico de Monterrey. Al llegar nos separamos, mi amiga se fue a vivir con una tía y yo me quedé en las residencias universitarias por unos días mientras encontraba un lugar fijo para el resto del intercambio. Pero, ¿por qué llegué sin hospedaje? (aquí me voy a desviar un poco para que entiendan más la historia).

Uno de los consejos más importantes que te da el Tec antes de llegar es que no pagues ni des dinero por adelantado para hospedaje por ningún motivo, puesto que desafortunadamente sabemos que hay gente que se aprovecha de los demás y terminan por estafarte. Muchas veces la “estafa” no es sólo que el lugar no exista, sino que no es como lo habían presentado en fotos y resulta ser algo totalmente distinto, perdiendo así nuestras altas expectativas y nuestro dinero.

Por esta razón la mayoría de estudiantes extranjeros que llegamos a Monterrey no teníamos un hospedaje contratado, solo lugares vistos por internet. Luego los visitamos en persona para poder tomar una decisión.

Tec de Monterrey

Ahora si, volviendo a la historia principal, estuve en las residencias solo 3 noches (por cuestiones de presupuesto no me podía quedar más ahí). Luego estuve 2 semanas con mi amiga donde su tía, pero vivían demasiado lejos de la universidad y no me era rentable por transporte y tiempo. Llegaba muy tarde a la primera clase del día.

Cabe aclarar que durante todo ese tiempo después de clases salía a ver apartamentos y/o habitaciones cerca del campus. Los que conocen el Tec saben que es una universidad privada muy costosa, por lo cual sus alrededores se volvieron igual de costosos (por lo menos para mi presupuesto en ese momento). Así que tuve que empezar a ampliar cada vez más mi zona de búsqueda.

Estando donde la tía de mi amiga, tuve una conversación con mi hermana donde me contaba acerca de una plataforma que ella había usado cuando fue mochilera. Allí los viajeros son recibidos por un anfitrión en su casa mientras viajan además de participar en actividades como un local. Ella logró conseguir hospedaje gratuito durante su viaje mochilero por Ecuador y Perú. Me sugirió usarla para poder moverme más cerca del Tec mientras seguía buscando mi hogar jajaja 😀 ¡Fue así como empecé a usar Couchsurfing! (luego les contamos más sobre esta plataforma).

Bandera de Couchsurfing

Le hice caso a mi hermana y empecé a buscar un hospedaje temporal a través de esta plataforma en lo que concretaba mi hogar por los próximos 6 meses.

Después de varias búsquedas por fin encontré a alguien que podría hospedarme por una semana…¿a que no adivinan quién fue? Jajaja pues si, ¡fue así como conocí a Carlos! ¿Quién lo diría no? Me dió hospedaje por una semana en su casa sin conocerme, conocí y compartí con su familia sintiéndome como en casa. Esa semana seguí la intensa búsqueda de mi hogar y finalmente lo encontré. Fui a verlo, hable con el dueño y ya estaba todo listo para mudarme ese fin de semana.

Pero y, ¿qué pasó entonces entre nosotros después? En esos días tuvimos la oportunidad de conocernos un poco. Durábamos largas horas hablando de nuestras culturas y nuestros países, donde por cierto el café y el chile siempre estuvieron presentes en nuestras conversaciones.

Nos entendimos muy bien, así que luego de irme de su casa seguimos en contacto, hablábamos casi todos los días. Comenzamos a tener amigos en común gracias a Couchsurfing, nos veíamos en algunos eventos hasta que… ¡comenzamos a salir! 😀 Ahora seguimos descubriendo nuestras pasiones como pareja, donde el viajar siempre es una zona de convergencia para los dos y nos permite seguir soñando despiertos para lograr nuestras metas.

Nos conocimos
Playa Mayapo. La Guajira, Colombia