Viajes

Nuestro primer viaje

¡Nuestro primer viaje tiene muchos matices… tristeza, desesperación, lágrimas, pasión, euforia, alegría y amor! Seguramente muchas cosas más, pero destaco mucho estas sensaciones y les contaré por qué.

Monterrey, 2016 ► Como saben, Andrea estuvo un tiempo estudiando en mi ciudad. Días previos al regreso de ella a Colombia le platiqué que tenía el plan de correr un maratón en un lugar que fuera nuevo para mí. Estaba considerando que Medellín, Colombia sería el escenario perfecto para esos 42.195 km allá por el mes de septiembre.

La emoción fue mutua por la alegría de saber que quizás nos volveríamos a ver, sin embargo, no había certeza porque cada uno tenía su itinerario y cosas por hacer (Andrea seguía en la universidad para ese entonces). Aún así, procedí a formalizar mi viaje el 19 de mayo comprando el número de corredor y el 23 de ese mismo mes compré el vuelo con destino a Bogotá. (Somos fans de Skyscanner, luego les daremos tips para usarlo).

Pasaron los meses y Andrea ya estaba en la universidad tomando clases nuevamente en Bogotá, allí le lance la invitación a que me acompañara por este viaje. Quería vivir la experiencia del maratón en una ciudad tan vibrante como Medellín, pasando después a la ciudad amurallada de Cartagena.

Los planes llegaron a un punto de complicación por el calendario escolar, por lo cual esos sentimientos de incertidumbre aparecieron, pero al paso de los días se disiparon por la gran noticia que recibí en mi correo. Andrea me envió una carta por e-mail donde adjuntaba el tiquete del viaje para ir junto conmigo a Medellín. ¡Empezaron los sentimientos de euforia y alegría!

Bogotá, 2016 ► Septiembre llegó y nuestro primer viaje se estaba haciendo realidad, definitivamente sentí una gran emoción por visitar un país para mí desconocido hasta ese momento, COLOMBIA. En definitiva les digo desde aquí que tengamos una mente abierta a todas las maravillas que ofrece el destino y eliminemos esos estereotipos de la cultura de drogas que son falsos y ofensivos.

En ese momento mi fuente de conocimiento eran las noticias o las historias urbanas, pero al día de hoy lo digo siempre con orgullo, siento un profundo amor por la patria de mi compañera de vida. Imagínense 8 millones de habitantes a 2,600 metros más cerca de las estrellas, y con alguien que hacía vibrar mi corazón desde ese momento, ¿intenso no?

Siempre que viajo a otro país me llegan mil preguntas de golpe, aquí quiero hacer un alto en algunas básicas pero de mucha ayuda.

¿Dónde cambio dinero?

Siempre que buscaba en blogs estaba la eterna discusión si llevar pesos o llevar dolares. Con la experiencia les cuento que en definitiva lo mejor es disponer de efectivo en los cajeros locales del país que se visite, ya que otorga el mejor tipo de cambio internacional y la comisión es muy similar como si estuvieras retirando en tu país de origen.

Siempre importante verificar antes el costo de cada transacción de cada banco, recomiendo retirar montos más altos para evitar pagar mucho en las comisiones. La moneda local en Colombia es el peso colombiano (COP) que en equivalencia de 1 USD son cerca a los $3,300 COP. ¡Allí logré ser millonario por primera vez en mi vida, tuve mi primer millón! Jajaja 😀 (A diferencia de México, ellos manejan aún los tres ceros en la moneda, hace muchos años nosotros también los tuvimos).

Dinero colombiano
Cincuenta mil pesos colombianos

¿Necesito visa?

Las personas mexicanas no necesitan visa para viajar a Colombia, como turistas podemos permanecer con este estatus hasta 90 días en el país, !qué maravilla! El pasaporte debe estar vigente al momento del ingreso y hasta la fecha en que concluya tu viaje. Debe estar en buen estado (sin tachaduras, ni enmendaduras, perfectamente legible y con hojas libres para el estampado de los sellos de migración en Colombia) esta información es oficial de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Para los colombianos aplica igual para su visita a México pero con la diferencia que a ellos les otorgan una estadía de 180 días sin necesidad de visa :O

¿Soportaré la altura?

La realidad de las cosas para alguien como yo que vive a menos de 600 metros sobre nivel del mar, es que subir a 2,600 metros fue una locura. Adicional, visitar Monserrate (el cerro más alto de Bogotá) donde se aprecia la inmensidad de la ciudad a sus casi 3,200 msnm uff.

Si, la falta de oxígeno se hizo presente desde mi llegada con los síntomas ligeros como dolor de cabeza, cansancio, irritabilidad, y en casos dificultad respiratoria. Pero nada que el cuerpo no pueda resolver al paso de unas horas de adaptación a la densidad del oxigeno en Bogotá. Toda esta combinación de un país maravilloso que te abraza con su ritmo, sabor y color, la tierra de las esmeraldas más finas y un ritual ancestral al café.

¿Me dejarán pasar migración?

Les quiero contar una anécdota muy boba jajaja. Datos importantes: Me apellido Escobar y trabajo en Coca-Cola. Ahora si, al ingresar con el oficial de migración me hace la típica pregunta de ¿en qué trabaja Sr. Escobar? Y se me ocurrió contestar con singular alegría “en la Coca” dando por hecho que en México comúnmente así le decimos a la Coca-Cola. ¡Que tontería la mía, más con mi apellido! jajaja pero no pasó nada, aparte de  la cara de asombro y preocupación del oficial, quedó en eso, una anécdota más.

Al cruzar el umbral migratorio con el sello estampado en mi pasaporte (soy adicto a esos sellos jejeje) esperando mi equipaje vi una gran sonrisa al otro lado de esa pared de cristal del aeropuerto internacional “El Dorado”. Nuevamente fue mágico como se conectaron todos esos meses de emoción por vernos y al final estaba sucediendo, definitivo mejor que en mis sueños.

Sello en pasaporte de viaje

Quiero hacer una visita rápida a mis primeras impresiones de la parte gastronómica (es donde más me duele jajaja). Es otroooo viaje pero ahora de sabores.

Al principio mi paladar estaba desorientado al probar sabores más cercanos a lo dulce, ya que el plátano se utiliza en muchos platillos. El “ají” es el picante de los colombianos que en la escala de los mexicanos digamos que es para ponerle sabor pero sin esas notas intensas a las que estamos acostumbrados. Cosas tan extrañas para mi como ponerle queso al chocolate caliente o el agua de panela que es equivalente a nuestro piloncillo.

La gran variedad de “jugos” frutales (por que si digo “aguas” es una ofensa jajaja) como el lulo, curuba, mora, tomate de árbol, entre otros. Platillos tan emblemáticos como el ajiaco, tamal santafereño, patacones, almojábana…¡ ahhh ya me dio hambre! Más adelante vamos a describir cada una de estas delicias que hacen parte de la vida de los colombianos.

En Bogotá sólo estuve un día por escala así que el viaje iniciaba realmente en Medellín, donde también iniciaba la “prueba de fuego” para los dos como pareja viajera, incluso sin ser novios todavía. Allí logramos compartir más tiempo a solas, nos cambiamos rápido el chip para ser compañeros de viaje, donde conoceríamos más el uno del otro y nos cuidamos en todo momento.

Soy un apasionado por el mundo del running así que la maratón fue el pretexto perfecto para aprovechar y conocer la llamada “ciudad de la eterna primavera”. Además, el evento es marcado por la feria de las flores, una festividad muy importante en la ciudad. Cuando llegamos a la expo a recoger el kit de corredor me encontré con la bandera de México, seguro más de uno se siente identificado con ese sentimiento de patriotismo al ver este símbolo fuera de su país.

Mi maratón #16 estuvo lleno de energía y marcado por la alegría de poder compartir este logro deportivo con Andrea. Recuerdo que para mi fue un momento muy revelador y dije “si te acompaña a un maratón no la dejes ir, no seas bobo”. Posteriormente pasamos a la parte divertida del maratón, comernos una muy merecida bandeja paisa (plato típico de la región) sobre la famosa calle 170.

Maratón de las flores (Medellín)
Maratón de las flores. Medellín, Colombia

Continuamos nuestro viaje ahora si con merecidos días de conocer más de este increíble país. Lugares tan bellos como el Peñón de Guatapé (que por cierto esos casi 700 escalones después de un maratón pesan). Es la principal atracción del municipio, y es un monte de 220 m. de altura, está compuesto de mica, cuarzo y feldespato. A ella puedes acceder mediante los 740 escalones que han sido acondicionados en su perímetro.

El municipio recibe el nombre de “El Ave Fénix de Antioquia” debido a que logró ser reconstruido luego de una fuerte inundación. Según cuenta la historia, la Piedra del Peñol fue un elemento de adoración para los indígenas que en tiempos prehispánicos habitaron la región.

Visitamos la famosa hacienda “La Manuela” nombre que recibe en honor a la hija de Pablo Escobar, personaje polémico de la historia oscura de Colombia. Lugar que vió los episodios más dramáticos, propiedad de 8 hectáreas donde se puede divisar un campo de fútbol, un campo de gotcha y diferentes lujos, entre ellos, que todas las casas tenían doble pared. Si, las llamadas “caletas” donde ocultaban fuertes sumas de dinero en efectivo, armas y drogas.

Actualmente el lugar se encuentra en ruinas después de sufrir varios atentados con bombas. Es un lugar turístico que deja una memoria viva para no olvidar esas etapas de terror y no regresar a esos días nunca más. Vale la pena conocer este tour para entender más los sentimientos de repudio y admiración a este personaje que tienen los lugareños.

Hacienda "La Manuela" - Viaje a Guatapé

En nuestro retorno al aeropuerto de Medellín nos surgió nuestra primera crisis como equipo y terror de cualquier viajero :O ¡Siiii, perdimos nuestro vuelo a Cartagena ☹!. Es importante mencionar que el aeropuerto se encuentra ubicado en el municipio de Río Negro (a 1 hora de camino) por lo cual hay que tomar precauciones, que fue lo que nosotros no hicimos jajaja.

Definitivamente fue culpa nuestra, pero la poca colaboración en ese momento del staff de la aerolínea lo hicieron peor, ya que en vez de llegar 60 minutos antes al mostrador llegamos solo 50 minutos antes y aún así no nos dejaron pasar. ¡Si por 10 minutos!… la importancia de la puntualidad.

Las reacciones de cada uno de nosotros fueron distintas, Andrea tuvo una reacción más desalentadora y de rabia. Yo lo tome hasta con cierta gracia porque era la primera vez que me pasaba y justo fuera de mi país jajaja. Esto definitivo ayudó a tranquilizar sus ánimos y poder centrar las energías primero en cenar y después en resolver el problema para retomar el plan inicial.

Finalmente lo resolvimos como equipo y sólo nos tocó dormir una noche en el aeropuerto. La verdad muy divertido y hoy nos da risa esa anécdota de viaje. La incomodidad de las duras bancas de un aeropuerto se pueden convertir en el lugar más ligero cuando tienes la compañía correcta, definitivo la vida nos otorgó un gran premio. De esto también aprendimos que la vida tiene un lado sombrío y otro que es brillante, de nosotros depende cuál elegir.

Volamos a Cartagena la mañana siguiente y aunque agotados por no pasar una noche con las comodidades habituales, estábamos con energías renovadas para salir a disfrutar del caribe colombiano. La gente costeña vive a un ritmo menos revolucionado, mismo que invita a relajarse y disfrutar todas las vistas que ofrece este destino.

La verdad ambos estábamos muy emocionados con toda la magia que ofrece esta ciudad heróica, alguna vez considerada como el puerto más importante de América. Hay tantos detalles que será complicado decirlo todo (definitivo tienen que vivirlo).

Desde visitar el monumental Castillo de San Felipe, ver las encantadoras “palenqueras” (las más fotografiadas del lugar), la torre del reloj, las impactantes murallas donde seguro sacaras las mejores fotos del recuerdo. Hasta lo que se vive en una “Chiva Rumbera” con esos vallenatos que inevitablemente te harán bailar y vibrar con la cultura colombiana. Y como premio al finalizar el recorrido conocí la mágica “arepa’e huevo” (mi favorita).

Viaje a Cartagena
Palenquera. Cartagena, Colombia

Les contaré otra anécdota que me pasó con el fin de que no les pase a ustedes. Estábamos en las playas de Cartagena y Andrea me dejo literal por 5 minutos, cuando regresó estaba una costeña haciéndome un masaje en los pies jajaja. El problema era lo que me quería cobrar por ese “servicio” algo muy exagerado, pero el error fue mío porque no pregunte antes. (Después de una maratón cómo no aceptarlo).

Afortunadamente Andrea llegó y terminamos pagando lo justo. Para los extranjeros que van sin un local, es importante que estén alertas y siempre pregunten precios y hagan cuentas antes de aceptar cualquier servicio. Tristemente hay gente que se aprovecha de la desinformación e inocencia del extranjero y te venden todo a sobre precios (pasa en todos los países).

Castillo de San Felipe
Castillo de San Felipe. Cartagena, Colombia

Existe una paradisíaca playa blanca en la península de Barú. La primera impresión al llegar al lugar es una sobre población del turismo que no te deja disfrutar del todo ese lugar tan místico. Sin embargo, a medida que pasan las horas se va desocupando y tienes la opción de pasar la noche allí.

Nosotros optamos por la opción de hospedarnos en unas cabañas donde sólo hay los servicios más básicos (luz solar y agua solo para bañarse). Esto te hace desconectarte del mundo, pero conectarte con el lugar. Aquí fue el escenario perfecto aquel 14 de septiembre del 2016 donde nos hicimos novios. Definitivo es un lugar que recomendamos ampliamente para desconectarse del mundo literalmente (no hay wi-fi y muy poca señal).

Nuestro viaje terminó regresando a Bogotá para al día siguiente despedirnos, yo debía regresar a México. Volvimos con las energías muy altas y con la visión clara de que día a día seamos el equipo más fuerte. En definitiva hay experiencias de todo tipo en los viajes que les iremos contando en otras historias. También compartiremos con ustedes algunos tips que generen valor en sus planificaciones y les ayuden a capitalizar la experiencia al máximo. ¡Nos leemos siempre en Café con Chile!